Light
Juan Zamora
09.2024
Impulsos eléctricos
El emergentismo es un paradigma que Juan lleva tiempo investigando desde su práctica artística. Para explicarlo, suele hacerlo a través de la interacción entre las neuronas: ninguna de ellas, por si sola, es capaz de escribir un poema, la inteligencia emerge de un proceso participativo basado en la sinapsis, el impulso nervioso que posibilita la interacción de miles de millones de neuronas.
El impulso nervioso o eléctrico es la señal que se transmite de neurona en neurona y que tiene como finalidad pasar la información sensitiva o motora hasta llegar a la estructura del cuerpo donde se generó el estímulo desencadenante.
Estos impulsos viajan a través de la médula, que Juan asemeja al tronco de un bambú, una planta vinculada a la construcción en muchos países asiáticos, que nos remite al sustento, a lo estable.
Durante una intervención quirúrgica de urgencia –una emergencia–, en la cual le fueron extraídos dos de sus discos vertebrales, soñó que atravesaba un bosque de bambú; o que un bosque le atravesaba a él. Las células cartilaginosas de estos dos discos (condrocitos) han sido cultivadas en laboratorio para fusionarlas después con un tallo de la misma planta, que parece crecer sobre el modelo de la columna vertebral de Juan impresa en fibra de bambú. Las imágenes de este proceso microscópico de conexión se magnifican hasta convertirse en un gran lienzo en el cual el artista nos posibilita acceder a aquello a lo que nuestros sentidos no llegan por sí solos.
Una serie de dibujos ejecutados durante el proceso de recuperación sobre los informes médicos le permiten entrar y salir de su propio cuerpo haciéndonos partícipes de este viaje. Estas obras funcionan no solo como una investigación sobre el propio sistema nervioso – que provoca movimiento pero también dolor –, sino como un experimento a través del cual Juan materializa el deseo siempre presente en su trabajo de hibridación con otros elementos vivos. Es, en el fondo, una investigación sobre la vida.
Estos mismos impulsos eléctricos que permiten el movimiento de nuestras extremidades son generados por el músculo cardíaco (el miocardio) estimulando el latido o contracción del corazón que nos permite mantenernos vivos. En una serie de trabajos anteriores, Juan cultivó células de su propio corazón para después introducirlas en la estructura de una hoja de espinaca en un ejercicio de unión entre la poética de su trabajo y las investigaciones científicas más punteras.
Juan diluye aquí los límites entre lo artístico y lo científico con la música como pretexto. Un disco de vinilo recoge y mezcla el sonido registrado durante la intervención quirúrgica, el de un bosque de bambú mecido por el viento y la música de una flauta con la forma de sus cervicales impresa a partir de las imágenes obtenidas por el procedimiento de la resonancia magnética. Completan este paisaje sonoro la traducción a surcos de las gráficas resultantes de un electromiograma, un análisis que mide la respuesta del músculo al impulso eléctrico.
Lo eléctrico nos remite a la luz, 光, un concepto omnipresente en el trabajo de Juan. De hecho, los dibujos de este proyecto han sido intervenidos con tinta luminiscente – como si sus nervios emitieran luz. Pero al final, los impulsos – o nervios – son, por definición, deseos que inducen a hacer algo de manera súbita, sin reflexionar. Como la necesidad de crear o, como dice Juan, “de hacer arte”.