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Ciento ochenta grados




La exposición
Ciento Ochenta Grados es una mirada a los artistas que protagonizaron la segunda mitad de los años 60 y primera de los 70. Un periodo marcado por la continua experimentación y ampliación de límites, en el que existía el convencimiento de que lo mejor estaba por llegar. Unos años caracterizados por una energía desbordante que rompió barreras transformando la vida y las costumbres cotidianas en busca de un mundo nuevo y un futuro con "F" mayúscula.
Se trata de revisitar el futuro que se planteó como posible en esa época pero que nunca se materializó.

Un ideal de vida más libre, justa y hermosa como escenario para la emancipación individual y colectiva.
(Labradror, 2017)
Isidoro-Valcarcel-Medina-x-Juan-Barte.jpgIsidoro Valcárcel. Juan Barte

No es tanto volver a lo que fue aquel periodo, sino más bien a lo que podía haber sido. Lo que el pensador británico Mark Fisher definió como lost futures (futuros perdidos). Una mirada que tiene más que ver con el presente y la no aceptación de ciertos aspectos de este, que con el tiempo al que hace referencia.
No es un revival, en la creencia de que todo tiempo pasado fue mejor, vacío de sentido, sin ninguna referencia con la realidad, sino la sintonía con las expectativas e ilusiones de una época en la que imaginar un futuro era posible.
Ciento Ochenta Grados nos recuerda que el Futuro es posible porque hubo un tiempo en el que existió, utilizando de esta manera el pasado para cuestionar lo ausente en nuestros días. Cuando el pasado tiene más aspecto de futuro que el presente, mirar atrás es avanzar.

Ciento ochenta grados
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