Vitor Mejuto

En mi trabajo siempre he tratado de resolver una sencilla ecuación: ingenio en la forma, precisión en el color. Al principio la forma era netamente abstracta. Prolijos desarrollos de familias de formas. Ahora, en mi obra reciente, trabajo sobre estímulos externos, trayendo el aroma de la figuración para, después de eliminar lo accesorio, intentar desentrañar su esencia.
Miro a mi alrededor y pinto. Miro en los viejos libros de Historia del Arte.
No hay nada más radical que aplicar pintura corriente sobre un soporte neutral.
Cuando ni el soporte ni las tintas son protagonistas solo nos queda la forma y el color. No hay amabilidad alguna; ni tacto ni textura; ni el lujo de una buena urdimbre; ni las untuosas calidades de un pigmento específico. Solo pintura aplicada.